Sus ideogramas son iguales a los de Aiki ( Ki = Energía, mente, voluntad / Ai = Unión), desde el punto
de vista puramente físico, es el arte de saber respirar profunda y lentamente.
El poder del Aiki es silencioso, mientras que el Kiai es un
vector de poder, algo que desarrolla increíblemente el aspecto físico. El Kiai era
uno de esos atributos inherentes al Bujutsu que provocaba en los
movimientos de combate un incremento notable de su eficacia.
Tradicionalmente el KiaiJutsu es
una consecuencia del trabajo de la energía interna, en chino llamado Nei
Kung y en japonés Haragei. Es a través de esta centralización de la
energía en la región abdominal (Hara), que los antiguos Bushi se dice
eran capaces de paralizar, matar o curar a voluntad por medio de la forma de Kiai más
universal: el Kensei o grito ventral. Se tiende a pensar, erróneamente, que el Kiai es un grito.
El
grito es una expresión vibratoria del Kiai, un Haragei vocal, es
decir, una centralización de la energía interna en la región abdominal por
medio de la contracción diafragmática y la emisión de un mudra mediante las
cuerdas vocales. Es un sonido del vientre, es decir, no procede de la garganta,
lo que lo convertiría en eminentemente negativo, sino el tandem (Hara) y lo
hace absolutamente positivo. En niveles muy elevados, el Kiai puede
ser inaudible al oído humano.
El Kiai es también utilizado por diferentes
movimientos religiosos en Japón, tales como la secta Shingon, la cual basa
su enseñanza del Kiai en el rito del Taky Shugyo, un tipo de
meditación bajo las heladas aguas de una cascada.
Se sabe que todos los Bushi debían conocer esta
técnica y dominarla. Algunos de ellos llegaron a perfeccionarla tanto que
lograron crear una disciplina independiente, llamada Kiaijutsu. Al
convocar la energía interna de ki, enfocándola con la mente y liberándola
con nuestro espíritu, también podemos crear kiai.
Existen numerosos tratados de esgrima y de combate a mano vacía que relatan las estrategias para utilizar la energía en combate. La frase usada por los maestros de esgrima japoneses, "KIAI NO KAKERU" (revelar el Kiai) significa caer sobre el enemigo con un grito en el momento exacto en que éste ha exhalado el aliento. Miyamoto Musashi indicó en su Gorin no Sho, tres tipo de Kensei en combate, y en numerosas ocasiones indicaba la importancia del Kiai en combate.
Existen numerosos tratados de esgrima y de combate a mano vacía que relatan las estrategias para utilizar la energía en combate. La frase usada por los maestros de esgrima japoneses, "KIAI NO KAKERU" (revelar el Kiai) significa caer sobre el enemigo con un grito en el momento exacto en que éste ha exhalado el aliento. Miyamoto Musashi indicó en su Gorin no Sho, tres tipo de Kensei en combate, y en numerosas ocasiones indicaba la importancia del Kiai en combate.
El Kiai que se practica generalmente en todos los Dojos no
es más que una imitación del verdadero, ya que en el último análisis el Kiai es
un conocimiento celosamente resguardado por los monjes de todo el oriente y que
no se transmite al estudiante sino en un periodo visiblemente avanzado de su
aprendizaje.
Si en una acción ejecutada, por ejemplo un volteo, se contrae la respiración (apnea) el movimiento ejecutado será de polaridad negativa (chikara) pues solo el músculo habrá participado. Sin embargo, si en el momento de la ejecución de la acción emitimos el Kiai, es decir nos liberamos de la energía respiratoria (ki) con el grito abdominal, el ejercicio será una creación perfecta pues estará formada por ambas polaridades de universo, una material y otra espiritual. Esta unión en un punto de ambas energías se denomina Kime (concentración de Ki). En el campo de las artes marciales se enseña a atacar al contrincante cuando esté vacío de aire y el atacante lleno. Atacar al vacío con la plenitud es una forma de alcanzar la victoria segura.
Los estudiantes del esoterismo Japonés y más aún los estudiantes del Kiai-Jitsu (arte del Kiai), saben que al sumergirse bajo las heladas cascadas (taiki shugyo) deben relajar totalmente su cuerpo ya que el agua se considera de polaridad terrestre (yin) los rodea totalmente y si no convierten su cuerpo por el ejercicio de determinados Kiai y respiración adecuada, en positivo (ki), corren el peligro de caer víctimas de un síncope.
Así pues vemos que para que algo se manifieste (en nuestro caso una acción verdadera) es preciso la presencia de dos polaridades opuestas y sin embargo complementarias, una positiva (yang=Ki) y otra negativa (yin=chikara).
Si en una acción ejecutada, por ejemplo un volteo, se contrae la respiración (apnea) el movimiento ejecutado será de polaridad negativa (chikara) pues solo el músculo habrá participado. Sin embargo, si en el momento de la ejecución de la acción emitimos el Kiai, es decir nos liberamos de la energía respiratoria (ki) con el grito abdominal, el ejercicio será una creación perfecta pues estará formada por ambas polaridades de universo, una material y otra espiritual. Esta unión en un punto de ambas energías se denomina Kime (concentración de Ki). En el campo de las artes marciales se enseña a atacar al contrincante cuando esté vacío de aire y el atacante lleno. Atacar al vacío con la plenitud es una forma de alcanzar la victoria segura.
Los estudiantes del esoterismo Japonés y más aún los estudiantes del Kiai-Jitsu (arte del Kiai), saben que al sumergirse bajo las heladas cascadas (taiki shugyo) deben relajar totalmente su cuerpo ya que el agua se considera de polaridad terrestre (yin) los rodea totalmente y si no convierten su cuerpo por el ejercicio de determinados Kiai y respiración adecuada, en positivo (ki), corren el peligro de caer víctimas de un síncope.
Así pues vemos que para que algo se manifieste (en nuestro caso una acción verdadera) es preciso la presencia de dos polaridades opuestas y sin embargo complementarias, una positiva (yang=Ki) y otra negativa (yin=chikara).
Para practicar el Kiai correctamente debemos tener en cuenta dos conceptos: nuestro centro energético y la respiración abdominal. Un alumno avanzado de cualquier escuela debería empezar a preocuparse de buscar su centro vital, Kikai o Saika Tanden, dentro de su región abdominal (Hara). Este acostumbra a estar dos o tres dedos por debajo del ombligo. En Japón el dominio de Hara era fundamental, pues esta cualidad determinaba la fuerza, la calma o la serenidad, entonces se decía que el hombre tenía vientre (Hara no Aru Hito).
A partir de aquí, saber distinguir entre la respiración
pulmonar y la respiración abdominal. Para respirar con el vientre debemos
imaginarnos una esfera situada en nuestro centro vital. Tomaremos aire
expandiendo los músculos de esta zona, hinchando la esfera. Luego desplazaremos
la esfera hinchada hasta caja torácica, donde continuaremos hinchándola hasta
su máximo. A continuación empezaremos a vaciar de aire esa esfera, primero
desde el tórax y luego bajándola al vientre donde acabaremos de vaciarla
contrayendo completamente los músculos abdominales y sacando todo el aire,
dejando que el diafragma nos ayude a tal efecto. Todo ello relajados y sin
movernos del sitio.
Este es un sencillo ejercicio de iniciación que nos servirá
para empezar a centralizar la respiración en el Hara. A medida que seamos
diestros en él, iremos emitiendo algún sonido gutural (Kensei) al tiempo que
soltamos el aire. El siguiente paso será realizar este proceso en movimiento,
realizando algún tipo de paso o esquiva, de forma que armonizaremos la
respiración al movimiento. El sonido gutural (Kensei) será ahora más profundo.
El tercer paso será la unión de la energía generada (Ki) con
la fuerza muscular (Chikara) por igual, de forma estática o en movimiento, bajo
la forma de un empujón, un golpe o cualquier otro movimiento que requiera una
expresión poderosa. El sonido gutural será pleno.
Con el tiempo la
fuerza muscular debería ser desplazada a un segundo plano y trabajar
profundamente la centralización de energía. Llegará un momento en que la
expresión de fuerza será una voluntad del propio Ki. La elección del
monosílabo de expresión gutural es indiferente al principio, debe ser personal,
más tarde cada escuela practicará el sonido o sonidos característicos de la
misma.
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