Kamae es la posición del cuerpo, la actitud de los brazos,
la mirada, la disponibilidad de la mente, el control emocional, teniendo en
cuenta la distancia y el peligro inminente. Es por sí mismo un acto de
comunicación porque es lo que nos permite orientar nuestro centro correctamente
a nuestro oponente. Si se pierde esta relación, entonces nos encontraremos en
desventaja porque aparecerán aberturas que nos harán vulnerables.
O ‘ Sensei decía:
"No mires a los ojos de Aite, el corazón será absorbido por los ojos de
Aite, no mires el sable de Aite, el espíritu será absorbido por el sable de
Aite, no mires a Aite, y absorberás el ki de Aite". El Bu de verdad es una
práctica encaminada a absorber a Aite dentro de la totalidad. "Estoy de
pie, simplemente".
Para O’Sensei kamae es estar en guardia, vacío. Sólo
prepárate. Las manos no tienen una posición definida. Esta es la
aplicación al extremo la idea de que el protector no proporciona ninguna
información.
Tamura lo definía como la corporal antes del ataque. Si
el cuerpo está bien colocado, los pies orientados correctamente, el peso
distribuido uniformemente en ambas piernas y una mente abierta, es posible
actuar sobre el ataque sin tener que usar las manos pero para ello debemos
tener presentes los siguientes conceptos: cuerpo flexible y equilibrado, las
piernas ligeramente flexionadas, hombros hacia abajo, mente tranquila y
"vacío", un pie de un medio
paso hacia adelante, la parte correspondiente ligeramente hacia adelante, entregar
los lados opuestos. Si las manos se colocan en la posición de base: Chudan:
media altura, Gedan: bajo, Jodan: alto.
Kamae” se puede traducir como “postura” aunque en kanji esta
palabra significa literalmente “base”, es una posición básica que persigue
alinear los tres centros de gravedad (cabeza, columna vertebral y parte
inferior del abdomen). Ciertamente, el kamae representa una de las bases
fundamentales de las que parte todo nuestro Aikido, en su sentido más amplio hace referencia a nuestra
postura corporal pero también a nuestra predisposición mental y espiritual.
Un correcto Kamae debe proporcionar una sólida sensación de
estabilidad pero también debe ser natural y permitirnos una posición relajada
que nos permita reaccionar rápidamente y desplazarnos en cualquier dirección.
Esto se consigue colocando los pies de modo que conformen un triángulo y nos
permitan avanzar o girar en cualquier dirección.
El triángulo es la base del aikido y también del kamae. El
triángulo representa estabilidad pero también dirección o intención y todo ello
se expresa en un kamae correcto.
El kamae es una expresión de nosotros mismos, muestra cómo
nos sentimos, nuestro nivel de concentración y cuánta confianza poseemos en
nuestras habilidades. Trabajar en un kamae que nos proporcione una base sólida
pero al mismo tiempo flexibilidad para reaccionar acabará ayudándonos a definir
estas mismas características en nuestra personalidad.
La percepción de los detalles y ki figuran en kamae aunque
en Aikido más específicamente utilizamos el hanmi no kamae (guardia de perfil).
De acuerdo con el pie adelantado es migi hanmi guardia derecho (migi gamae) o
hidari hanmi (hidari gamae) a la izquierda, si uke y tori tienen el pie contrario adelante hammi no kamae y del mismo lado gyaku hammi no kamae.
De esta manera las caderas están activadas y, naturalmente, la superficie
orientada hacia el cuerpo del oponente se reduce. El peso corporal todavía
se distribuye en ambos pies y más en la planta, los talones son móviles. La
distribución del peso es esencial para la movilidad, así como la colocación de
las caderas.
“DEPENDIENDO DEL
TIEMPO, LA SITUACIÓN, LA TOPOGRAFÍA DEL TERRENO, EL ESPÍRITU DEL MOMENTO, KAMAE
ES LO QUE RESIDE EN TU CORAZÓN” O´Sensei
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